Cuáles son los principales tipos de abonos orgánicos
Qué tipos de abonos orgánicos existen es una pregunta que se debe resolver. De su respuesta depende conseguir o no unos buenos resultados al trabajar un campo. Cada cultivo y terreno necesitan un fertilizante u otro, por lo que merece la pena conocerlos. ¿Por dónde empezar? Estos son los principales.
Qué son los abonos orgánicos
Antes de conocer los tipos, conviene saber qué son los abonos orgánicos. Se trata de fertilizantes que mezclan materiales obtenidos de la degradación de residuos orgánicos. Estos se mineralizan durante su descomposición, lo que les dota de unas grandes características. Así, consiguen aportar nutrientes a un terreno, pero sin añadir elementos inorgánicos.
Qué tipos de abonos orgánicos existen
Los principales tipos de abonos orgánicos permiten optimizar el desarrollo de un campo. Son compuestos que no emplean químicos, toda una apuesta por el cuidado del medio ambiente. Sus características los hacen ideales para la conservación y el crecimiento de los cultivos. De entre todos, estos son los destacados.
Turba
Se compone de materia orgánica fosilizada. Contiene minerales, carbohidratos y tanto ácidos fúmicos como húmicos. La manera en la que se obtiene es acumulando grandes cantidades de material vegetal. Estas se someten a bajas temperaturas con poca oxigenación y abundante agua. El resultado es una mezcla que ayuda a mejorar el pH del suelo.
Compost
Cuando se piensa en cuáles son los abonos orgánicos más importantes, este el primero que viene a la mente. Se produce a partir de la descomposición de compuestos orgánicos, como restos de frutas u hortalizas. Cada uno se dispone en capas y se conservan durante tres o cuatro meses a alta temperatura. La mezcla resultante es de color marrón y está libre de gérmenes.
Enmienda orgánica
Es un abono concentrado que combina diferentes fertilizantes orgánicos descompuestos. La enmienda resultante puede ser tanto sólida como líquida. Si bien los dos tipos poseen un buen rendimiento, el segundo es más eficaz. Además, es muy adecuado para distribuir con abonadoras suspendidas.
Cenizas
La ceniza es rica en fósforo y potasio. Su método de obtención es muy sencillo y es posible reciclarlo. Las cenizas de la madera o las hojas secas pueden incinerarse para volver a usarlas. Luego se les añade un sustrato y, en combinación con agua, es capaz de mejorar el pH de un suelo ácido.
Abono biol
Está compuesto por estiércoles fermentados en bidón durante dos o tres meses. Se extrae una cantidad y se combina con ceniza y agua. Luego vuelve a fermentarse hasta lograr una mezcla viscosa y húmeda. Una vez lista, es posible esparcirla sobre las hojas de las plantas. Esto hace que funcione como fertilizante y plaguicida. Su uso suele destinarse para el desarrollo de árboles frutales.
En definitiva, la pregunta de qué tipos de abonos orgánicos existen queda resuelta. Antes de preparar el campo para la siembra, es preciso conocerlos. Así, se podrá obtener el mayor rendimiento de la tierra, lo que se traducirá en una cosecha mayor. Por suerte, existe una amplia variedad de fertilizantes que se pueden usar y con características diferentes. No costará encontrar el adecuado.
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