Cómo paliar los efectos de la sequía en el campo
La sequía es uno de los grandes problemas al que se enfrentan los agricultores cada año y si no se está bien preparado puede suponer la pérdida de una gran cantidad de cultivos. Debido al cambio climático, las sequías se están produciendo con una mayor frecuencia e intensidad.
La sequía va a ser uno de los grandes retos de la agricultura en las próximas décadas y que se deberá solucionar para poder satisfacer una demanda que se espera que para el 2050 haya crecido un 60%. Por ello, conocer las consecuencias de las sequías resulta de vital importancia para los agricultores.
La importancia de mejorar la gestión del agua para prevenir las sequías
Como hemos comentado, el agua es un recurso muy valioso, por ello es muy importante hacer un uso eficiente del mismo. En el campo existen muchas formas de gestionar el consumo de agua de una forma adecuada. La más común es la labranza, ya que permite preparar la tierra para que se pueda aprovechar el agua de una manera más eficiente, reduciendo los efectos de la sequía. Para mejorar el resultado de la labranza es recomendable usar algún tipo de maquinaria agrícola como los arados de vertedera.
Aunque la mayoría de los cultivos actuales son de secano (80%) y generan un 60% de la producción mundial, los cultivos de regadío producen un 40% de la demanda. A diferencia de los de secano, lo cultivos de regadío necesitan una mayor cantidad de agua, por lo que las épocas de sequía reducen en gran medida la producción de este tipo de cultivos.
Tecnología como medida principal contra los efectos de la sequía
El desarrollo tecnológico ha surgido como una gran herramienta para pailar los efectos de la sequía en el campo. Los agricultores tienen acceso a dispositivos que permiten saber la cantidad exacta de agua que necesita cada parcela, pudiendo adaptar el riego a los requerimientos de cada zona.
Otra herramienta que resulta muy útil, son los sensores que detectan el nivel de humedad del suelo y de las plantas. Esta información es muy valiosa para poder establecer un sistema de regadío adecuado y poder hacer un uso más eficiente de ella.
Los cultivos transgénicos también son una excelente opción para luchar con los efectos de la sequía en el campo, debido a que han aparecido muchas semillas tolerantes a la sequía, que permiten ahorrar una gran cantidad de agua a los agricultores. Durante los próximos años se esperan que se desarrollen más medidas que garanticen un mayor ahorro del agua.
Cómo combatir la sequía en el campo
Aunque la tecnología es una gran herramienta en la lucha contra la sequía, existen otras muchas medidas que pueden aplicar los agricultores para reducir los efectos de la sequía en el campo. Estas son algunas de las más afianzadas.
Adaptar los cultivos a las condiciones climáticas
Es importante que los cultivos elegidos estén adaptados a la zona donde se van a plantar. Si las lluvias son escasas, la mejor opción será plantar cultivos de secanos que requieran una menor cantidad de agua.
Evitar fugas en los sistemas de riego
Es aconsejable realizar revisiones de forma periódica en los sistemas de regadío para comprobar que no existe ninguna fuga que produzca una gran pérdida de agua.
No regar con condiciones climáticas adversas
El viento es uno de los mayores enemigos de cualquier sistema de regadío, ya que en caso de que las rachas sean muy fuertes, el agua puede no acabar en la zona que se quería.
Utilización de cubiertas
Son una opción ideal para reducir los niveles de evaporación y, por lo tanto, mantener un nivel de humedad adecuado en las plantas y suelo.
Adecuar el horario de riego
Para aprovechar el agua del sistema de riego al máximo es recomendable regar durante las horas donde las temperaturas son más bajas, con el objetivo de reducir la cantidad perdida mediante la evaporación.
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